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Edificios Saludables

Toñi Muñoz // Voz y control técnico
Jaime Diez Honrado // @ernoname // Guión y voz

Nuestro Entorno incide sobre nuestra forma de vida. Los espacios en que habitamos así como el tipo de vida que llevamos determinan nuestra calidad de vida.
Son conocidos los efectos de la vida contemporánea sobre nuestra salud. Sobre todo la mental. Velocidad, desplazamientos, deshumanización de las relaciones en la ciudad…
En alguna ocasión también hemos hablado sobre la importancia de los materiales. A lo largo de los últimos años muchos de los nuevos materiales de construcción han sido prohibidos por sus efectos perjudiciales en la salud.
PCV
Plomo
Famoso y peligroso Amianto o uralita…
Otra de las enfermedades de nuestro tiempo es el Cáncer. En las últimas jornadas de la asociación oncológica Herrera y Peloche se trasladó la influencia de los espacios que habitamos sobre nuestra salud en lo referente a esta enfermedad. Qué consideraciones podemos hacer al respecto.
Es cierto que las investigaciones y las certezas en este campo no son muy difundidas, no existe todavía reconocimiento amplio por parte de la comunidad científica, pero hay ciertas hipótesis y teorías que se están reivindicando a diversos niveles.

Estamos sometidos a elevados niveles de exposición a componentes químicos tanto por nuestra alimentación, como por lo que vestimos, los materiales de neustros hogares, vehículos…
Además existen otras componentes menos tangibles como son los niveles de radiación alos que estamos sometidos, que tienen diversos orígenes. Tendidos y redes eléctricas, redes de datos… Muchas tienen su origen en la naturaleza de nuestro modo de vida, hay otras en cambio que provienen del lugar donde se implantan nuestras casas, nuestro edificios, de la propia tierra.
Esas son, tal como hemos comentado en otras ocasiones las energías telúricas. Por lo tanto no es solo importante aquello que vemos en a la hora de definir dónde hubicamos nuestra vivienda, verdad?
De ahí la importancia que todas las culturas han dado a la localización de sus edificaciones. No se ubica en el mismo lugar una vivienda, que un templo, que un espacio comunitario.
Los antiguos griegos hacían un ritual para sentar los cimientos de los edificios que construían. En él pedían permiso a la Madre Tierra para construir sobre ella y solicitaban su protección para los habitantes que iban a vivir ahí.
Cuando los romanos debían elegir un lugar para edificar una ciudad, dejaban pastando un rebaño de ovejas durante un año al cabo del cual observaban si las ovejas estaban sanas o enfermas. Sólo construían asentamientos en los lugares donde el ganado crecía fuerte y vigoroso.
Los tuaregs de hoy en día, cuando llega la noche en el desierto del Sahara y necesitan un lugar donde acampar, dejan sueltos a los perros y esperan que se tumben en el suelo. Colocan siempre sus tiendas en el lugar elegido por los perros para acostarse.
Algunas simbólicas y otras “científicas”, en base a hechos mesurables, medibles.
Aunque no visibles. Como son los campos electromagnéticos. Cada vez más presentes en nuestro día a día.

¿Podemos recordar a nuestros oyentes la naturaleza de las energías telúricas, de qué tipo de energías estamos hablando?
El término “telúrico”, procede del latín “tellus” que significa tierra; por tanto, las energías telúricas son el conjunto de radiaciones que emanan de la tierra. En algunos lugares son nocivas para nuestra salud, siendo considerados estos puntos como zonas geopatógenas.
El arte ancestral de la geobiología estudia nuestras relaciones del ser humano con el hábitat, y las implicaciones que tiene en su salud, conociéndose como la «medicina del habitat».
Existen múltiples evidencias de que nuestros antepasados eran maestros en el arte de la geobiología, y vivían en total armonía con su entorno. No es por casualidad que los lugares más sagrados de la humanidad (monumentos megalíticos, pirámides, templos, catedrales,…) estén situados en zonas de fuerte actividad telúrica y alta concentración energética.
La radiestesia también era conocida desde la antiguedad: un bajorrelieve del segundo milenio antes de Cristo que retrata al emperador Yu sosteniendo unas varillas de zahorí. Sin embargo, el término radiestesia no fue acuñado hasta los años veinte por el abad francés Bouly. La palabra radiestesia esta formado por las palabras latinas «radius» (radiaciones) y «aisthesis» (sensación).
Uno de los pilares en los que se apoya el Feng Shui es la Geobiología, disciplina conocida en la antigua China con el nombre de Geomancia. Existen edictos en la China antigua que prohibían edificar en las «venas del dragón» o en las «salidas de demonios» (zonas alteradas teluricamente). Lo que en un primer momento nos suena a superstición, es hoy en día cuantificable.

Templos / Lugares de peregrinación – alta espiritualidad.

Las zonas que registran radiaciones en cantidades nocivas para el ser humano se denomina geopatías, o zonas geopatógenas.
De qué manera se distribuyen o se pueden identificar estas energías? A qué se deben?
Corrientes subterráneas
Radioactividad // Zonas Graníticas- Gas Radón
Independientemente de la composición del terreno o la exitencia de corrientes subterráneas, la geobiología sostiene la existentcia de energías telúricas que se distribuyen de forma relativamente uniforme por la corteza terrestre, en forma de Malla. Una de las “mallas” más reconocida es la Red de Hartmann
El doctor Ernst Hartmann descubrió en los años 50 la existencia de esta red global que se extiende por todo el mundo, hallándose tanto en el interior como en el exterior de las viviendas, tanto a nivel del suelo como en pisos altos. Esta red está orientada cardinalmente formando una cuadrícula que se crea cuando se cruzan las líneas Norte-Sur con las líneas Este-Oeste. Las líneas Este-Oeste están separadas como media unos 2 metros y medio, y las líneas Norte-Sur dos metros. Estás distancias son orientativas, puesto que presentan grandes variaciones dependiendo de factores estacionales, contaminación electromagnética, latitud, orografía, estado energético global de la zona, etc.

La anchura de las líneas también es variable, con una media de 21 cm.
En los cruces de líneas Hartmann parece haber un aumento del 30% de la radioactividad natural.
Podemos hacer mención a la sensibilidad animal a este tipo de energías. Parece que los perros eligen espacios saludables, debiendo evitarse los preferidos por los gatos.
En Alemania, por ejemplo, numerosos apicultores instalan sus colmenas sobre franjas que emiten radiaciones negativas, asegurando que allí se obtiene mayor abundancia de miel y de mejor calidad.

Mitología / Ciencia…

No pretendemos alarmar a nadie, solo manifestar la importancia de tener en cuenta ciertos factores vinculados a la salud a la hora de ubicar, proyectar y construir los espacios que habitamos, ya que sin duda tienen influencia en nuestra salud, estado de ánimo y forma de relacionarnos con el mundo.

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